RELOJ DE COBRE
En el reloj de cobre
agostan mis días
el lento movimiento de sus manecillas
merma los días de la tortuga
descubre el secreto del tiempo
vuelve mis activos, en casas viejas.
Se incrusta en mi mente
como el clavo que lo sostiene
cierra las horas hasta completar un día
y se junta el minutero en la hora cero.
La magia, la melancolía, el placer
la aventura, se esconden entre
sus tildes, araña las ideas
cada segundo
hasta volverse poema.
La mirada esporádica
un vasallaje que inicia en la infancia.
Observo y huyo
lo escucho, y él, constante recorre
un circulo que da vida
mientras impaciente
tamborileo, y la maquinaria avanza.
Instrumento de cobre, si cambiara
tu cubierta en oro ¿subiría mi sustancia de valor?
Cárcel de engranes
que parsimoniosa en la pared
diste la hora de la cita
marcaste la ocasión día tras día
para el afán
darás el momento y fecha exacta
para partir.
Autor: Felix Martínez
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