Norte y Sur.

NORTE Y SUR
Sus pequeños cuerpos colgados
casi en la punta de aquel árbol
el más alto; con tu hermana
sujetándose con sus flacas piernas, reían.

Muy temprano, y en los atardeceres subías hasta lo alto:
desde ahí oteabas el horizonte,
al norte, al sur
y en las noches para ver las primeras estrellas

¿Deseos? ¡si! pedias cada día uno distinto
examinabas el espacio, hasta encontrar la más poderosa
que te concediera tus anhelos, los suspiros en tu pecho
se hacían como un largo gemido.

Cuando subías a tu árbol encontrabas paz
ahí donde el aire agitaba tus cabellos
nacieron tus sueños
eras princesa, dragón, niña.

O platicabas con los pajarillos, tus desventuras
porque los humanos no son sencillos como las aves
dañan, rompen, rajan destruyen
después se ponen un disfraz y gesticulan.

Aquella tarde subiste otra vez
hubo ventarrones dos días antes
la rama estaba rota, o la rompiste
te encontraron hasta la mañana.

Tu cuerpo frágil como muñeca, en tu diario
escritos tus anhelos, que se cumplirían en otros tiempos
subiste a buscar tu estrella
para que hiciera realidad tu sueño.

Autor: Felix Martínez